Rutina para pieles grasas
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La piel mixta es el tipo de piel más común en la edad adulta. Sí, es curioso que la piel normal sea la menos habitual (la que en teoria está totalmente equilibrada) y que la mayoría tengamos secreciones sebáceas en la zona T (frente, nariz, pómulos, barbilla) y el resto de la piel equilibrada o incluso seca.
Cuando la grasa es más que evidente pero no vemos la inflamación típica del acné, hablaríamos de piel grasa. Es más: puede que notes tu piel más grasa en ciertos momentos del año y en otros sientas que tienes los brillos bajo control.
El problema es que cuando vemos ese exceso de grasa tendemos a limpiar la piel en exceso o utilizar productos demasiado astringentes, lo que produce un efecto rebote que provoca la producción de más sebo para compensar. O quizás no te hayas dado cuenta pero utilizas productos muy ricos o demasiado pesados (buenos para una rutina para piel seca o rutina antiedad) que provocan que tus poros dilatados de forma natural se obstruyan.
Por eso vamos a proponerte una rutina para piel mixta y grasa, capaz de regular el sebo que produce tu piel y mantener una barrera cutánea sana.
¿Cómo debe ser una rutina para piel grasa?
Una rutina facial básica incluye un limpiador facial, una crema hidratante y un protector solar de uso diario. Como añadido, el uso de algún sérum de niacinamida o productos exfoliantes con ácido salicílico pueden ayudar muchísimo a regular la grasa excesiva de la piel. El objetivo principal es conseguir que la barrera cutánea funcione de forma óptima.
Y por supuesto, una rutina implica constancia. Si eres diligente con todos los pasos de esta rutina conseguirás resultados visibles en pocas semanas. Si no, la magia no funciona.
Leer: Esta es la rutina facial que debes seguir a partir de los 30
A continuación tienes una rutina para pieles mixtas o grasas paso a paso, con productos elegidos cuidadosamente para conseguir mantener el aceite a raya. ¡Empecemos!
Paso 1: Aceite o bálsamo limpiador
¿Conoces el método de la doble limpieza? Consiste en realizar una higiene facial completa en dos pasos: un primero en forma de aceite o bálsamo limpiador, y un segundo con un gel al agua. Si te has asustado al leer la palabra «aceite», no temas, de verdad. Lo incluyo incluso en la rutina para pieles con acné.
Existen algunos aceites limpiadores que son aptos para piel grasa, y no obstruyen los poros. Este de Uriage es ideal, por su ligereza y lo fácil que es aclararlo. Con este tipo de productos no necesitas usar un algodón, por lo que no generamos residuos y sólo necesitamos agua para crear una emulsión y retirarlo de la piel.
La doble limpieza es imprescindible si te maquillas a diario o usas protector solar (que lo tienes que usar cada día), así que no te saltes este paso o podrías hacer que los residuos se acumulen en la piel, causando que los poros se obstruyan y aparezcan puntos negros y otras lesiones acneicas.
Cómo usar el bálsamo limpiador o aceite
Calienta una almendra de producto entre tus manos y comienza a masajear todas las zonas del rostro, insistiendo en las pestañas o labios si los llevas maquillados. Acláralo con abundante agua y sigue con tu rutina.
Paso 2: El limpiador en gel
Lo que no puede faltar en tu rutina es un gel limpiador al agua muy suave, que ayude a retirar el exceso de aceite y otros residuos de la piel sin resecarla ni alterar el equilibrio de la barrera cutánea.
Un tip básico de especialista en cuidado de la piel es que no es necesario que gastes un montón de dinero en limpiadores. Es un producto que se aclara casi de inmediato de la piel, así que no vamos a estar pagando activos caros de ningún modo. Aunque si te gusta el lujo o una buena cosmeticidad, quizás si vayas a invertir un poco más (es cuestión de gustos).
Úsalo sí o sí por las noches, justo después del aceite limpiador si haces la doble limpieza o como primer paso si es tu único limpiador. No es necesario que laves tu piel con el gel por las mañanas ya que está limpia y cargada de producto de la noche anterior, pero si te sientes más cómoda no hay ningún problema en hacerlo.
Este de CeraVe (el espumoso, no el hidratante) es uno de mis favoritos desde hace años. Hace una espuma muy fina y suave que retira súper bien todos los residuos sobre la piel: incluso deshace eficazmente el maquillaje de ojos con un ligero masaje. Lo mejor es sin duda su excelente relación calidda-precio.
Cómo usar el gel limpiador
Primero humedece tu rostro con agua. Luego toma una almendra de gel limpiador en tus manos y masajea la piel del rostro en forma de círculos. Es importante que lo hagas de forma enérgica, sobre todo si no has realizado el primer paso de la doble limpieza (tampoco te pases, amiga). Retira el producto con agua y sigue.
Paso 3: El exfoliante facial
La exfoliación es buena para cualquier tipo de piel, pero las pieles mixtas o grasas con puntos negros visibles y más grasa en la zona T se beneficiarán todavía más de un exfoliante facial. Se trata de un proceso que va retirando las capas más superficiales de la piel, alisando rugosidades y haciendo que la piel se renueve a menudo.
El Blackhead Power Liquid de la coreana COSRX es súper eficaz combatiendo los puntos negros, gracias a su contenido en ácido salicílico y niacinamida. Regula las secreciones de sebo de la piel y va «deshaciendo» la suciedad acumulada dentro de los puntos negros, además de evitar que se formen otros nuevos.
Cómo usar un exfoliante líquido
Puedes aplicar un poco de producto en la palma de la mano o en un algodón (lo que sería una lástima, ya que vas a quedarte con la mitad del producto que apliques) y aplicar con pequeños toquecitos sobre el rostro.
¿Cuando hacerlo? Realmente puedes exfoliarte la piel cuando quieras, pero como causa sensibilidad al sol quizás es mejor hacerlo de noche. Intenta no mezclarlo con otros activos potencialmente irritantes. Exfolia tu piel en noches alternas en el caso de este producto (cuidado, hay otros exfoliantes más concentrados que tendrás que espaciar todavía más).
Paso 4: El sérum
El sérum no es un paso estrictamente necesario, aunque sí logra hacer la diferencia cuando aporta valor. Introducir el sérum de Niacinamida 10% + Zinc 1% de The Ordinary es un paso inteligente a la hora de regular la grasa de las pieles mixtas o grasas, ya que con un uso continuado disminuye mucho la secreción de sebo y además mejora el aspecto de las rojeces. Es un excelente sérum para piel grasa.
Cabe decir que si usas otros productos en tu rutina, vale la pena fijarse ne que los activos no se repitan o podrías irritar tu piel en exceso.
Cómo usar el sérum de niacinamida
Para usar este sérum llena la pipeta hasta un poco más de la mitad y vierte el contenido en la palma de tu mano. Luego masajea el producto sobre el rostro hasta su completa absorción. Puedes usarlo tanto por la mañana como por la noche
Paso 5: El gel hidratante
La crema hidratante no es un paso imprescindible en tu rutina si tienes la piel grasa. Has oído bien: puede que sea suficiente con tu sérum. Observa tu piel y considéralo tú misma.
La Vinosource-Hydra es una crema al agua de uva pasa en textura gel que aporta hidratación a largo plazo, algo que tu piel agradecerá mientras estés usando ácidos exfoliantes. Te aportará la hidratación que necesitas y es muy cómoda de llevar, sobre todo en verano.
Cómo usar la crema hidratante
Aplica tu crema hidratante después de los productos con textura más ligera como esencias, sérums o tónicos. Úsala tanto por la mañana como por la noche.
Paso 6: El protector solar
Algo que hasta ahora han obviado muchas personas en su rutina es el uso de un protector solar facial a diario. La radiación solar es necesaria para el cuerpo humano, pero un exceso de rayos UVA y UV produce un deterioro considerable de la piel, además de ponerla en riesgo de padecer cáncer de piel.
En el caso de las pieles mixtas y grasas no es distinto: las obliga a producir más aceite del habitual, además de inflamarla. Así que lo mejor que puedes hacer es usar un protector solar apto para piel grasa como el Oil-Free de Heliocare, que controla las secreciones de grasa a lo largo del día y es totalmente matificante.
Cómo usar un protector solar
El protector solar facial debes introducirlo en tu rutina de mañana, unos minutos después de tu crema hidratante. La cantidad a aplicar es la de una cucharadita de café para toda la zona del rostro y del cuello. Si vas a aplicar maquillaje después, espera un rato para que se absorba por completo.
Paso 7: La mascarilla facial
El paso de la mascarilla facial no es súper necesario para la mayoría de tipos de piel, pero si produces grasa en exceso puedes obtener muchos beneficios de las mascarillas con arcilla. Este material tiene la capacidad de absorber el aceite de los poros, así que es genial aplicarlo en forma de face mask una vez a la semana para «limpiarlos» a fondo. Ésta de Kiehl’s lleva arcilla blanca del Amazonas y es rica en minerales.
Cómo usar una mascarilla facial
Con la piel limpia, aplica una capa de mascarilla y déjala actuar durante los minutos que indique el envase. Como tu piel es mixta, puede ser que algunas zonas de tu rostro sean más secas que otras. En ese caso, aplica la mascarilla únicamente en las zonas donde produzcas más aceite: frente nariz, pómulos y barbilla. Luego retírala con agua y sigue con tu rutina habitual de noche.
¿Por qué tengo la piel grasa?
Ay, los porqués. La piel grasa no tiene una única causa, y se debe en gran medida a las hormonas conocidas como andrógenos, que pueden estimular la producción excesiva de sebo en la piel. Esto hace que se vea visualmente brillante y aceitosa, además de exagerar el tamaño de los poros, que se dilatan por estar muy activas las glándulas sebáceas.
Si a esto le sumamos que las células muertas no se desprenden con facilidad, pueden acumularse en el interior de los poros, formando los temidos puntos negros o blancos. Puede tratarse de un estado puntual de tu piel, o un problema que se haya alargado en el tiempo. Sea como sea, una rutina adaptada a este tipo de piel puede aliviar mucho las típicas molestias de una piel grasa.
Problemas de tener la piel grasa
1. Los poros pueden obstruirse con facilidad
Uno de los mayores inconvenientes de la piel grasa es que tiene tendencia a desarrollar imperfecciones y textura debido al exceso de sebo, células muertas y otros residuos que pueden acumularse sobre la piel. Si usas los productos adecuados y los usas de forma constante, puede conseguir regular el exceso de sebo y retirar las células muertas, cosa que alisará la textura de la piel.
2. Te brilla la piel
Y no de la forma en que te gustaría. El look glow está muy buscado, pero poco tiene que ver con el que te proporcionan unas glándulas sebáceas demasiado activas. Tu frente, nariz y barbilla están aceitosos al tacto si tienes la piel mixta, y también puede ser que el rostro entero lo esté si tienes la piel muy grasa.
Con una rutina bien pensada y los productos de maquillaje necesarios puedes conseguir matificar la piel y evitar brillos en gran medida.
3. Si te descuidas, aparecen granitos
Si no eres muy diligente con la limpieza facial puede liarse bastante: una noche te vas a dormir sin desmaquillarse, y pum. A la mañana siguiente puedes amanecer con cuatro nuevos granos o puntos negros. Este tipo de piel no te permite ni un desliz, así que podríamos decir que es de alto mantenimiento.
Qué productos debes evitar en tu rutina
Cremas muy densas, aceites o vaselina
Que sí, que el slugging está muy de moda. Pero no funciona para todo el mundo. Si usas múltiples productos en tu rutina, es posible que tu piel ya esté obteniendo la hidratación que necesita. Y a tu piel grasa no se le da mal mantenerla, así que no necesitas aplicar productos súper emolientes u oclusivos.
Evita cremas muy densas y pesadas, los aceites comedogénicos, e incluso la vaselina. Opta por geles hidratantes, lociones y sérums (sí, hay algunos que pueden incluso sustituir tu crema hidratante).
Productos con perfume o aceites esenciales
Los aceites esenciales, como el de eucalipto, menta o limón, estarían en la misma categoría que los perfumes. Este tipo de ingredientes pueden irritar muchísimo la piel, y una piel irritada produce más grasa de lo habitual en tu caso. Evítalos en la medida de lo posible.
Productos muy astringentes
Aplicar productos secantes, como los tónicos de hammamelis, puede tener un efecto rebote sobre la piel y causar que produzca más sebo para intentar compensar la situación. No son necesarios ni beneficiosos. Opta en su lugar por activos como la niacinamida o el ácido salicílico.
Preguntas frecuentes
¿Cómo puedo evitar que mi piel grasa brille demasiado?
Es posible que a lo largo del día tu piel brille más que el highlighter de Rosalía. A medio largo plazo puedes usar activos en tu rutina que ayuden a controlar el sebo, como la niacinamida o el ácido salicílico, además de micropartículas absorbentes (muchas cremas para piel grasa las incluyen).
Como soluciones de choque puedes usar papelitos absorbentes. También es útil usar maquillaje adaptado a la piel grasa, como bases de maquillaje matificantes. El uso de polvos sueltos o la aplicación de un primer también contribuye a mantener los brillos a raya.
¿Necesito realmente una crema hidratante?
No, si tienes la piel grasa no necesitas una crema hidratante. Si tu sérum es lo suficientemente hidratante para ti, es mejor que obvies la crema hidratante. Piensa que tu protector solar puede proporcionarte también toda la hidratación que necesitas. De este modo evitas que aparezcan imperfecciones por la acumulación de demasiados productos sobre la piel.
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