Rutina diaria para pieles con acné
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El acné es un trastorno de la piel que puede llegar a ser desesperante para muchas personas. Se caracteriza por la inflamación de las glándulas sebáceas, la secreción excesiva de aceite y el color rojizo que adquiere la piel debido a la irritación.
Sí, muchos de nosotros lo pasamos durante la adolescencia, pero eso no significa que no pueda producirse en la edad adulta. De hecho, es bastante frecuente que ocurra entre las mujeres de más de 25 años (y entre las que llevamos la mascarilla muchas horas al día).
Sus causas pueden ser genéticas, hormonales, debido a factores externos como la contaminación o la exposición solar… Es decir, que todavía no tenemos muy claro el porqué afecta más a unas personas que a otras. Lo que sí debemos saber es que si el trastorno se está volviendo difícil de controlar y afecta a nuestra calidad de vida deberemos acudir a un dermatólogo.
Esta es la rutina de skincare ideal a partir de los 30 años
¿Cómo debe ser una rutina contra el acné?
Una rutina facial básica incluye un limpiador facial, una crema hidratante y un protector solar de uso diario. Si queremos atacar el problema del acné de forma específica hay algunos pasos que debemos añadir, como algún sérum de niacinamida y retinol, además de productos exfoliantes con ácido salicílico. Se parece mucho a la rutina para pieles mixtas o grasas. Hay muchas personas a las que también les funciona el incorporar algún producto con aceite de árbol de té.
Y por supuesto, una rutina implica constancia. Si eres diligente con todos los pasos de esta rutina conseguirás resultados visibles en pocas semanas. Si no, la magia no funciona.
A continuación tienes una rutina para pieles con acné paso a paso, con productos elegidos cuidadosamente para conseguir mantenerlo a raya. ¡Empecemos!
1. Aceite o bálsamo limpiador
¿Conoces el método de la doble limpieza? Consiste en realizar una higiene facial completa en dos pasos: un primero en forma de aceite o bálsamo limpiador, y un segundo con un gel al agua. Si te has asustado al leer la palabra «aceite», no temas, de verdad. Existen algunos aceites y mantecas no comedogénicos y compatibles con las pieles grasas, como este de Dear, Klairs.
La doble limpieza no es estrictamente necesaria (si lo prefieres, puedes optar únicamente por un gel limpiador), pero si usas maquillaje y tienes la piel sensibilizada por los brotes de acné, un aceite limpiador suave como este puede ser un gran aliado para limpiarla a fondo. Úsalo únicamente en tu rutina de noche.
Cómo usar el aceite limpiador
Calienta un pump de aceite entre tus manos y comienza a masajear todas las zonas del rostro, insistiendo en las pestañas o labios si los llevas maquillados. Acláralo con abundante agua y sigue con tu rutina.
2. El limpiador en gel
Lo que no puede faltar en tu rutina es un gel limpiador al agua muy suave, que ayude a retirar el exceso de aceite y otros residuos de la piel sin resecarla ni alterar el equilibrio de la barrera cutánea.
Úsalo sí o sí por las noches, justo después del aceite limpiador si haces la doble limpieza o como primer paso si es tu único limpiador. No es necesario que laves tu piel con el gel por las mañanas ya que está limpia y cargada de producto de la noche anterior, pero si te sientes más cómoda no hay ningún problema en hacerlo.
Este limpiador de Nezeni forma parte de un pack de 4 pasos destinado a combatir las imperfecciones. Gracias a su contenido en ácido shikímico y extracto de anís estrellado contribuye a retirar las células muertas de la piel, controlar las bacterias causantes del acné y limitar la producción de sebo. Tiene una caducidad cerrada de dos años debido a su baja cantidad de conservantes.
Cómo usar el gel limpiador
Primero humedece tu rostro con agua. Luego toma una almendra de gel limpiador en tus manos y masajea la piel del rostro en forma de círculos. Es importante que lo hagas de forma enérgica, sobre todo si no has realizado el primer paso de la doble limpieza (tampoco te pases, amiga). Retira el producto con agua y sigue.
4. El exfoliante facial
La exfoliación es beneficiosa para cualquier tipo de piel, pero las más acneicas harán un cambio notable con el uso continuado de un buen exfoliante facial (hablo de meses). Se trata de un proceso que va retirando las capas más superficiales de la piel, alisando rugosidades y haciendo que la piel se renueve a menudo.
El Blackhead Power Liquid de la coreana COSRX es súper eficaz combatiendo algunos signos del acné, como los puntos negros, gracias a su contenido en ácido salicílico (un ácido exfoliante frecuentemente utilizado para combatir las bacterias causantes del acné) y niacinamida. Regula las secreciones de sebo de la piel y va «deshaciendo» la suciedad acumulada dentro de los puntos negros, además de evitar que se formen otros nuevos.
Cómo usar un exfoliante líquido
Puedes aplicar un poco de producto en la palma de la mano o en un algodón (lo que sería una lástima, ya que vas a quedarte con la mitad del producto que apliques) y aplicar con pequeños toquecitos sobre el rostro.
¿Cuando hacerlo? Realmente puedes exfoliarte la piel cuando quieras, pero como causa sensibilidad al sol quizás es mejor hacerlo de noche. Intenta no mezclarlo con otros activos potencialmente irritantes. Exfolia tu piel en noches alternas en el caso de este producto (cuidado, hay otros exfoliantes más concentrados que tendrás que espaciar todavía más).
5. El sérum de niacinamida
El sérum no es un paso estrictamente necesario, aunque sí logra hacer la diferencia cuando aporta valor. Introducir el sérum de Niacinamida 10% + Zinc 1% de The Ordinary es un paso inteligente a la hora de regular la grasa de las pieles con tendencia acneica, ya que con un uso continuado disminuye mucho la secreción de sebo y además mejora el aspecto de las rojeces, tan típicas también en la piel inflamada por el acné.
Cómo usar el sérum de niacinamida
Para usar este sérum llena la pipeta hasta un poco más de la mitad y vierte el contenido en la palma de tu mano. Luego masajea el producto sobre el rostro hasta su completa absorción. Puedes usarlo tanto por la mañana como por la noche
6. Sérum-emulsión de retinol
El retinol es un activo súper interesante para incorporar en nuestra rutina, sea cual sea nuestro tipo de piel. Estimula la producción de colágeno y elastina (los encargados de proporcionar estructura y elasticidad a la piel) desde las capas más profundas, algo que con una aplicación continuada mejora notablemente la textura y calidad de la piel.
Los resultados de aplicar este activo en pieles con acné son excelentes, ya que trata las lesiones activas y previene la aparición de nuevas, además de ir difuminando el aspecto de las cicatrices de granos. Eso sin mencionar que es también uno de los mejores activos para combatir los signos del envejecimiento. Eso sí, es el retinol es irritante y fotosensibilizante, así que es normal si sientes un poco de irritación en las primeras aplicaciones.
El sérum Granactive Retinoid 2% Emulsion de The Ordinary está compuesto por retinoides igual de eficaces pero menos irritantes que el retinol puro, así que es perfecto para pieles que ya están inflamadas por el acné.
Cómo usar el sérum de retinol
Aplica unas gotas de este producto en la palma de la mano y aplícalo sobre todo el rostro, evitando el contorno de los ojos y los labios. Espera un minuto a que se absorba y sigue con tu crema hidratante favorita.
Es mejor usarlo de noche ya que el retinol te hace más sensible a la radiación ultravioleta. Empieza con productos de intensidad moderada (como el que te he propuesto), y a medida que vayas adquiriendo tolerancia a este activo puedes optar por productos con mayor concentración. No lo mezcles con otros retinoides.
7. La crema hidratante
La crema hidratante es un paso imprescindible en tu rutina: aporta hidratación a la piel, algo que ayuda a que la barrera natural esté en condiciones óptimas y se reduzcan las probabilidades de que caiga en los extremos de la piel seca o grasa.
La Hydrance de Eau Thermale Avène es una crema al agua en textura gel que aporta hidratación a largo plazo, algo que tu piel agradecerá mientras estés usando ácidos y retinol.
Cómo usar la crema hidratante
Aplica tu crema hidratante después de los productos con textura más ligera como esencias, sérums o tónicos. Úsala tanto por la mañana como por la noche.
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8. El protector solar diario
Algo que hasta ahora han obviado muchas personas en su rutina hasta ahora es el uso de un protector solar facial a diario. La radiación solar es necesaria para el cuerpo humano, pero un exceso de rayos UVA y UV produce un deterioro considerable de la piel, además de ponerla en riesgo de padecer cáncer de piel.
En el caso de las pieles con acné, el sol irrita todavía más la piel, obligándola a producir más aceite y respuestas inflamatorias para compensar esa agresión. Así que lo mejor que puedes hacer es usar un protector solar apto para piel grasa como este de Heliocare.
Cómo usar un protector solar
El protector solar facial debes introducirlo en tu rutina de mañana, unos minutos después de tu crema hidratante. La cantidad a aplicar es la de una cucharadita de café para toda la zona del rostro y del cuello. Si vas a aplicar maquillaje después, espera un rato para que se absorba por completo.
9. La mascarilla facial
El paso de la mascarilla facial no es súper necesario para la mayoría de tipos de piel, pero si tienes acné o produces grasa en exceso puedes obtener muchos beneficios de las mascarillas con arcilla. Este material tiene la capacidad de absorber el aceite de los poros, así que es genial aplicarlo en forma de face mask una vez a la semana para «limpiarlos» a fondo.
Ésta de The Inkey List contiene kaolin, un tipo de arcilla blanca que es súper efectiva a la hora de purificar las pieles grasas, y aloe vera.
Cómo usar una mascarilla facial
Con la piel limpia, aplica una capa de mascarilla y déjala actuar durante los minutos que indique el envase. Luego retírala con agua y sigue con tu rutina habitual de noche.
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