Cómo prevenir el acné en 10 pasos

19 Dic, 2022

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El acné es el trastorno de la piel más común que existe, y a su vez es también uno de los más molestos para la persona que lo sufre. El impacto en la autoestima que puede experimentar la persona con acné puede ser devastador. 

Es importante aprender a manejarlo y ponerse en las manos de un especialista médico para recibir el tratamiento adecuado si se trata de un caso moderado o severo. Pero en general, hay una serie de consejos y pasos que debemos conocer para conseguir que remita, sobre todo en casos leves.

Qué es el acné

El acné es una condición inflamatoria de la piel muy habitual en la adolescencia pero que afecta también a los adultos. [1] Se manifiesta de formas distintas, desde los casos más leves en forma de comedones abiertos o cerrados, hasta el acné quístico, que son bultos dolorosos debajo de la piel. Suele aparecer generalmente en la cara, pecho, hombros, cuello o la espalda.

Su desarrollo es causado por un desequilibrio hormonal y un exceso de actividad de las glándulas sebáceas de la piel que producen más grasa de lo habitual, obstruyen los poros y las bacterias quedan atrapadas. El acné puede variar de leve a severo e incluso puede causar cicatrices duraderas si no se trata adecuadamente. Afortunadamente, existen tratamientos efectivos disponibles, desde medicamentos de venta libre hasta tratamientos más fuertes recetados por profesionales médicos. 

¿Cuáles son las causa del acné?

Las causas del acné pueden ser variadas y complejas: de hecho, todavía queda mucho por averiguar sobre este trastorno de la piel. No sabemos por qué algunas personas sí desarrollan acné y otras no, pero lo que sí sabemos es que hay algunos factores que pueden facilitar su aparición (sobre todo cuando se combinan):

  • Cambios hormonales: Las hormonas como los andrógenos causan glándulas sebáceas hiperactivas, lo que lleva a que los folículos se obstruyan y se formen granos. Estos cambios se producen en etapas de cambios hormonales, como la adolescencia, la menstruación o algunos momentos del embarazo.
  • Células de la piel «pegajosas»: las células de la piel de las personas con acné son «pegajosas» y no se desprenden fácilmente. Por lo tanto, los poros se tapan con un tapón pegajoso de sebo, aceites y células muertas de la piel. 
  • Crecimiento de la bacteria del acné: la bacteria C. Acnes prolifera gracias a la combinación de factores que hemos mencionado, lo que comienza a causar los principales signos del acné. 
  • Genética: tu genética también juega un papel importante, ya que puede hacerte más proclive a reaccionar ante los desencadenantes del acné, como los cambios hormonales.
  • El estrés:  el estrés hace que tu cuerpo produzca sustancias como el cortisol, que pueden estimular las glándulas sebáceas y provocar brotes de acné. 
  • Dieta pobre: una dieta pobre que incorpore un elevado consumo de azúcar y grasas no saludables aumenta la inflamación dentro del cuerpo, lo que puede empeorar los síntomas del acné.

Cómo prevenir el acné

Conseguir reducir el acné es posible, pero ten en cuenta que si severo o se resiste es mejor que acudas a la consulta del dermatólogo, quién te propondrá el tratamiento adecuado para tu caso concreto.

Aún así, sí que hay ciertos hábitos que puedes adquirir para mejorar el acné. Te advierto que necesitarás armarte de paciencia, ya que el cuidado de la piel tarda un poco en mostrar resultados.

1. Lava tu rostro correctamente

Mantener limpia la piel propensa al acné es una parte importante de cualquier buena rutina de cuidado de la piel. Ayuda a eliminar el exceso de grasa y bacterias que pueden obstruir los poros y crear brotes.

Lo que debes tener en cuenta es que si tienes acné, es imprescindible que no elimines todo el sebo de la piel. Esto ocurre cuando usas jabones irritantes o limpiadores faciales demasiado agresivos, y supone una agresión a tu barrera cutánea que puede terminar causando más acné, ya que tu piel reacciona produciendo más sebo para protegerse.

Para limpiar tu rostro de forma correcta, haz lo siguiente:

1. Comienza usando un gel limpiador suave con agua templada. Evita frotar bruscamente, ya que puede causar irritación

2. Usa tus dedos para masajearlo suavemente en la piel durante unos 30 o 60 segundos

3. Enjuaga con agua tibia

4. Asegúrate de aplicar una crema hidratante tan pronto como sea posible después para mantener la piel hidratada durante todo el día.

Para obtener los mejores resultados, trata de limpiar tu rostro dos veces al día, una vez por la mañana y otra por la noche, y continúa con tónicos, sérums, mascarillas u otros tratamientos adaptados a tu tipo de piel y necesidades.

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2. Usa productos sin aceite y no comedogénicos

Las personas con una piel propensa al acné deben tener mucho cuidado al seleccionar sus productos para el cuidado de la piel.

Dado que algunos tipos de aceite pueden pueden contribuir a la obstrucción de los poros, como el aceite de coco, vale la pena leer las etiquetas cuidadosamente y optar por cremas hidratantes y maquillaje sin aceites. Sí, hay algunos aceites compatibles con las pieles grasas o propensas al acné, pero te gustará más la textura ligera de un gel crema o una loción ligera.

Del mismo modo, es conveniente evitar las fórmulas que contengan aceite mineral, ya que no son ideales y podrían obstruir los poros.

Afortunadamente, existen buenas opciones oil-free para quienes padecen acné. Fíjate que los productos que elijas sean aptos para pieles con acné y no comedogénicos.

3. No te toques los granos

El acné puede ser un problema súper molesto y persistente, pero si sientes la necesidad de tocarte la cara, es importante resistir la tentación.

Pellizcar la piel o apretarte los granos para extraer su contenido solo agrava la piel propensa al acné y facilita la transferencia de bacterias, lo que causa un empeoramiento de las lesiones existentes y áreas que antes estaban sanas se contaminen y también presenten comedones, pápulas o pústulas.

También causa traumas en la piel, que tiene que cicatrizar y quedan esas manchas oscuras conocidas como marcas del acné que pueden tardar muchos meses en desvanecerse. 

Una buena alternativa para evitar tocar la piel de tu rostro (y especialmente evitar tocarte los granos) es colocar un parche para granos encima de el comedón o pústula ya existente. Este tipo de producto incorpora activos que aceleran el proceso de curación del grano y proporciona una barrera física que mantendrá alejados los dedos de tu rostro.

4. Usa un retinoide en tu rutina

Si quieres introducir un activo a tu rutina para combatir el acné, el primero en la lista debería ser un derivado de la vitamina A o retinoide. [2]

El uso prolongado de un producto que incorpore retinoides puede ser una opción excelente para las pieles propensas al acné, ya que estos activos estimulan la renovación de las células, reducen la producción de aceite y minimizan el crecimiento de las bacterias causantes del acné. 

Por lo tanto, los productos con retinol u otros retinoides pueden reducir significativamente la obstrucción de los poros, tratar las lesiones existentes y evitar que aparezcan en un futuro. También estimulan la producción de colágeno y elastina y contribuyen a difuminar las manchas de la piel, así que no solo tratan el acné, si no que también contribuyen a prevenir el envejecimiento prematuro de la piel.

Puedes usarlo como activo protagonista en tu rutina, o combinarlo con algún ácido exfoliante para conseguir los mejores resultados. Recuerda usar un protector solar al día siguiente. 

5. Usa los activos correctos

Existen muchísimos activos para el cuidado de la piel que las marcas quieren que uses, pero debes centrarte únicamente en aquellos que cuentan con la mayor evidencia científica para tratar el acné.

Ya hemos mencionado los retinoides, que no deberían faltar en tu rutina. El ácido azelaico también ha demostrado que trata el acné y la hiperpigmentación a la vez [3] , así que sería una gran adición a tu rutina.

Otros activos interesantes a incorporar en una rutina contra el acné son los ácidos exfoliantes, como el ácido glicólico [4] o el ácido salicílico [5] . El primero exfolia las células muertas de la superficie de la piel de forma eficaz, mientras que el segundo se introduce en el interior de los poros y reduce el contenido sebáceo de los mismos. 

Por otro lado, el peróxido de benzoílo es una excelente opción para evitar que los poros se obstruyan en primer lugar.

Pero recuerda que más no es más, y quieres limitar al máxima la combinación excesiva de activos en tu rutina. Lo mejor es que elijas uno o dos y los uses de forma prolongada en el tiempo.

6. Evita los rayos solares en exceso

Si tu piel es propensa al acné, es importante que limites tu exposición al sol. Pasar demasiado tiempo bajo la luz solar directa puede causar más brotes e irritación de la piel, especialmente si no la proteges de los rayos UV con protector solar u otras barreras físicas, como sombrero o gafas de sol.

Las radiaciones solares irritan la piel, y esto a menudo provoca más secreción sebácea, enrojecimiento y brotes de acné. Además, si no proteges adecuadamente tu piel cuando pasas tiempo al aire libre, corres el riesgo de dañar tu piel a largo plazo causando envejecimiento prematuro, parches secos y una mayor probabilidad de desarrollar cáncer de piel. 

7. Cuida tu dieta 

La dieta no es una de las principales causas del acné, pero incorporar una dieta sana siempre tendrá un efecto positivo en tu cuerpo. Una dieta rica en verduras de hoja verde, proteínas magras y grasas saludables puede proporcionar las vitaminas y minerales esenciales para ayudar a combatir la inflamación del cuerpo y ayudar en la reparación de la piel, así que no la subestimes.

Lo que sí ha sido demostrado es que el consumo de leche desnatada y los alimentos con un alto índice glucémico sí pueden agravar el acné, y por lo tanto sería mejor evitarlos. [6]

8. Reduce tus niveles de estrés

Manejar el estrés es una parte importante del control del acné. El estrés puede aumentar la producción de aceite, lo que provoca la obstrucción de los poros y la inflamación. Además, puede provocar brotes cuando las hormonas y otras sustancias interactúan con las bacterias del acné existentes.

Una forma de reducir el estrés de manera efectiva es a través de la práctica de ejercicio: esto ayuda a liberar endorfinas, que contribuye a reducir los niveles de cortisol y a una mejor bienestar físico y mental.

Otro enfoque es incorporar varias técnicas de relajación como el yoga, ejercicios de respiración profunda o meditación en tu rutina diaria. Tomar descansos regulares del trabajo u otras actividades también puede ayudar a reducir el estrés y calmar la mente. Asistir a terapia con un buen psicólogo puede ayudarte a externalizar tus emociones, comprenderlas mejor y reducir el estrés o ansiedad.

9. Duerme las horas suficientes

El sueño es el momento de reparación y regeneración del cuerpo humano, y para que realice sus funciones de forma óptima es necesario dormir las horas suficientes.

Si no duermes lo suficiente, puede ser que tu cuerpo lo manifieste en forma de acné, entre otras cosas. Esto se debe a que las fluctuaciones hormonales y procesos inflamatorios que pueden causar acné están relacionados con la falta de descanso. Además, la falta de sueño aumenta las hormonas del estrés como el cortisol, que puede exacerbar las imperfecciones cuando está fuera de control. 

10. Haz ejercicio

Es posible que el ejercicio no sea lo primero en lo que pienses cuando lo que quieres es deshacerte del acné, pero sí tiene cierto impacto en las funciones de la piel.

Una circulación sanguínea mejorada por el ejercicio aumenta el contenido de oxígeno en las células de la piel y ayuda al cuerpo a deshacerse de las toxinas que pueden causar inflamación.

Se sabe que las endorfinas (hormonas producidas por el cuerpo durante el ejercicio) ayudan a regular el estrés y la ansiedad, lo que puede ser un desencadenante de los brotes de acné. El ejercicio también aumenta la sudoración, que es una forma natural de eliminar la suciedad, el sudor y las toxinas que obstruyen los poros.

Aún así, es súper importante que te duches de inmediato después de haber realizado ejercicio, ya que el sudor su mezcla con otras sustancias presentes en la piel pueden irritarla y empeorar el acné.

11. Si no consigues acabar con el acné, consulta con tu dermatólogo

Si pese a haber emprendido estas acciones no consigues que el acné remita, pide consulta con tu dermatólogo. Él realizará su diagnóstico y te dirá si realmente se trata de acné o podría tratarse de alguna otra condición de la piel. Al tratarse de una enfermedad de la piel, él es el mejor profesional al que acudir para tratarla. 

En casos leves, seguramente bastará con una rutina para el cuidado de la piel que incorpore los activos que hemos mencionado. Si se trata de acné moderado a severo, te asignará el tratamiento que considere correcto: suelen recetar tretinoína tópica, isotretinoína oral, antibióticos, o incluso la realización de peelings químicos en consulta. 

Acciones a evitar

Hay algunas acciones que no deberías llevar a cabo para prevenir los brotes de acné:

No uses remedios caseros

Los remedios caseros que puedes encontrar en Internet o redes sociales para el acné no te harán ningún bien. 

Ni el alcohol hay que aplicarlo sobre la piel propensa al acné, ni la pasta de dientes es apropiada para secar los granos. El aceite de árbol de té sí ha demostrado tener ciertas propiedades bactericidas [7] , pero hay que diluirlo e ir con cuidado, ya que al tratarse de un aceite esencial puede irritar la piel. 

Lo mejor es que tengas una rutina sólida para pieles con acné y si tu caso es moderado o grave, acudas a un dermatólogo.

Cuidado con los productos con activos fuertes

Más no es más. No es necesario ni beneficioso que utilices todos y cada uno de los ácidos exfoliantes ni retinoides. Por otro lado, y dependiendo del producto y la concentración, es mejor usar este tipo de producto una vez a la semana o en días alternos. Lo más importante es que elijas una rutina y la lleves a cabo a diario de forma estricta durante un mes como mínimo para ver resultados. 

Fuentes

1. What is acne? (2016).
niams.nih.gov/health-topics/acne#tab-causes

2. Leyden J, Stein-Gold L, Weiss J. Why Topical Retinoids Are Mainstay of Therapy for Acne. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5574737/ 

3. Kircik LH. (2011). Efficacy and safety of azelaic acid (AzA) gel 15% in the treatment of post-inflammatory hyperpigmentation and acne: a 16-week, baseline-controlled study. ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/21637899

4. Decker A, et al. (2012). Over-the-counter acne treatments: A review.
ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3366450/

5. Sarkar R, et al. (2019). Comparative study of 35% glycolic acid, 20% salicylic-10% mandolin acid, and physic acid combination peels in the treatment of active acne and post acne pigmentation.

6. Baldwin H, et al. (2021). Effects of diet on acne and its response to treatment.
ncbi.nlm.nih.gov/labs/pmc/articles/PMC7847434/

7. Enshaieh S, et al. (2007). The efficacy of 5% topical tea tree oil gel in mild to moderate acne vulgaris: A randomized, double-blind placebo-controlled study. DOI:
10.4103/0378-6323.30646

 

 

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