Cosmética durante el embarazo: la guía de lo que sí y lo que no deberías utilizar
El contenido de este artículo no pretende sustituir el consejo profesional que pueda darte tu especialista médico de confianza, él es quien decidirá qué productos podrás utilizar y cuáles no durante tu embarazo. Superhonesta participa en varios programas de marketing de afiliación: si realizas una compra a través de nuestros enlaces recibimos una comisión sin coste añadido para ti.
Que si ya no puedes comer sushi, que si el vinito ni olerlo y ni se te ocurra pasarte con el café. Hay toda una serie de limitaciones que conlleva el estar embarazada, junto con un montón de consejos que no has solicitado y algunas invasiones flagrantes de tu espacio personal (sí, las de los que creen que pueden tocarte la barriga sin pedirte permiso).
Pero no te preocupes, que encontrar una rutina de skincare que puedas llevar a cabo mientras estás embarazada no es tan complicado como te han vendido. De hecho, lo único que debes hacer es evitar una serie de ingredientes cuyo uso se desaconseja por las principales autoridades sanitarias, ya que podrían tener un impacto negativo en la nueva vida que estás gestando en tu interior. El resto es cuidar tu piel con más mimo y delicadeza que nunca, ya que la montaña rusa hormonal por la que estás pasando puede impactar en el modo de funcionar de tu piel.
¿Tengo que usar cosmética natural o libre de tóxicos mientras esté embarazada?
Para empezar, esto son únicamente términos de marketing, y afirmar que nuestro producto está «libre de tóxicos» insinúa que el resto de productos de mercado nos están envenenando. En la Unión Europea todos los cosméticos están súper regulados y son seguros para las personas.
Por otro lado, los aceites esenciales son súper naturales y también súper irritantes, y no te los recomendaría bajo ningún concepto durante el embarazo. De hecho, algunos pueden tener reacciones adversas nada deseables.
Así que no, no debes fijarte en este tipo de claims cuando vayas a comprar cosmética apta para embarazadas, simplemente tienes que informarte a través de fuentes fiables sobre cuáles son los ingredientes que no puedes utilizar y consultarlo siempre antes con tu ginecólogo o dermatólogo.
A continuación tienes una guía que te ayudará a saber qué ingredientes cosméticos puedes usar con tranquilidad y cuáles debes evitar durante tu embarazo. ¡Empecemos!
1. Simplifica tu rutina y ve adaptándola a lo que necesites
El embarazo supone un baile hormonal brutal para tu cuerpo. Eso significa que tu piel puede reaccionar de forma distinta durante el tiempo que estés gestando a ese bebé. Algunos de los problemas más comunes con los que podrías toparte son la hiperpigmentación en forma de melasma (unas manchitas marrones que aparecen en el rostro), las estrías que se originan cuando la piel se estira de forma rápida, el acné hormonal, y una piel más sensible en general, que puede resecarse e irritarse más de la cuenta.
Por lo tanto, partiremos de una rutina simple y amable que incluya un gel de limpieza facial suave, una crema hidratante y un protector solar mineral que deberás usar a diario. A partir de allí, ataca los problemas que puedan ir surgiendo con productos que incluyan ingredientes seguros para mujeres embarazadas.
2. Evita estos ingredientes cuando estás embarazada
Hay algunos ingredientes que a nivel cosmético sí se ha demostrado que pueden ser absorbidos y transportados por el riego sanguíneo hasta la placenta, y que no deberías utilizar durante el período de embarazo por posibles problemas en el feto. Algunos otros no se han estudiado, directamente. De todas formas, recuerda que es mejor consultarlo siempre de forma previa con tu dermatólogo o ginecólogo. Son los siguientes:
- Los derivados de la vitamina A como el retinol: debes evitarlos a toda costa. Sí, es una noticia triste porque el retinol y los retinoides son los activos más eficaces contra los signos de la edad, pero debes evitar cualquier derivado de la vitamina A mientras estés embarazada ya que se ha demostrado que puede tener efectos secundarios graves en el feto. Los más habituales en cosmética son el retinol, el ácido retinoico, el retinaldehyde y el retinyl palmitate. Evita cosméticos en cuyos INCIS puedas ver palabras que empiezan por «retin». Sí, puede que te suene que puedes utilizar el bakuchiol como alternativa, pero consúltalo siempre antes con tu ginecólogo.
- BHA o ácido salicílico: el ácido salicílico es súper útil para tratar comedones, granos y puntos negros, tan típicos del acné y que tan bien nos vendría cuando estamos pasando por la fase teenager del embarazo. Lo mejor es dejarlos a un lado durante el tiempo que estés embarazada, pero si te resistes a dejarlo que sea en forma de limpiador facial (que se aclara prácticamente al instante) y en cantidades menores a un 2%. Los encontrarás en forma de Salicylic Acid, Benzyl Salicylate.
- Hidroquinona: es un ingrediente despigmentante que ya no puede usarse en la Unión Europea, pero que sigue vigente en países como Estados Unidos. Es mejor evitarla al completo.
- Arbutin y alpha-arbutin: cuando se descomponen sobre la piel, se convierten en hidroquinona.
- Cafeína: sí, es un ingrediente estimulante que pasa al torrente sanguíneo y puede llegar hasta el feto. Suele encontrarse en cremas anticelulíticas y contornos de ojos, así que échale un vistazo a las fórmulas de tus productos.
Estos no es que sean súper peligrosos, pero es mejor evitarlos para no sensibilizar la piel todavía más.
- Perfumes o aceites esenciales: vienen a ser lo mismo, los ingredientes con un alto potencial alergénico e irritante que no van a sentarle bien a tu sensible piel de embarazada. El truqui para encontrar el perfume es olerlo, o buscar esta palabra en la fórmula, además de limonene o linalool. Y los aceites esenciales más típicos podrían ser el Citrus Limon Peel Oil, Lavandula sp. Oil, o Mentha Piperita Leaf Oil. Revisa que los oil de tus productos no sean aceites esenciales.
3. Utiliza un limpiador facial suave con tu piel
El limpiador es el producto que menos debería preocuparte. Tan solo vigila que sea súper suave, con surfactantes que no sean agresivos y que no dañe tu barrera cutánea. Observa si deja tu piel «cómoda» después de la limpieza, o demasiado grasa, o seca y tirante. Úsalo únicamente en tu rutina nocturna y lava tu rostro con agua por las mañanas (suele ser suficiente).
6. Estos son los activos exfoliantes que se consideran seguros en general
Sí, hay algunos activos exfoliantes que son considerados seguros. Úsalos siempre en bajas concentraciones y consúltalo antes con tu dermatólogo o ginecólogo.
Si tienes problemas con las manchas, puedes usar un producto con ácido azelaico un par de noches a la semana. También puedes probar con el ácido glicólico para mantener el acné a raya y unificar el tono de la piel, o el ácido láctico como una alternativa suave a este último.
6. Sí, la vitamina C se considera segura durante el embarazo
La evidencia hallada hasta la fecha nos indica que podemos usar Vitamina C de forma segura en nuestra rutina del cuidado de la piel. Es especialmente útil a a hora de evitar la hiperpigmentación, difuminar algunos signos de la edad cuando no podemos usar retinol e iluminar la piel. Se trata de un potente antioxidante que podemos encontrar en diversas formas y concentraciones. Cuanto más alta la concentración, más tiende a escocer sobre el rostro durante unos segundos tras su aplicación. Quizás te funcionarán mejor las fórmulas más suaves.
3. Invierte en ingredientes buenos para tu piel como estos
En realidad, la lista de ingredientes que sí puedes utilizar durante el embarazo es larga. Para hidratar tu piel en profundidad y aliviarla de la sequedad, busca productos con ácido hialurónico, pantenol, o centella asiática. Las ceramidas, la niacinamida y los péptidos también son considerados seguros.
6. Usa una crema hidratante facial mañana y noche
Después de aplicar tus activos, deberás sellar los ingredientes y aportar hidratación mediante el uso de una crema hidratante. Y no, no necesitas que sea un mazacote denso (a no ser que te gusten las cremas así, claro). Tu crema hidratante debe gustarte y sentarle bien a tu piel. Si no has introducido ingredientes como ácido hialurónico o ceramidas en los pasos previos, puedes hacerlo mediante la crema hidratante.
7. Usa un protector solar para evitar la hiperpigmentación del embarazo
Esto no es ninguna novedad, de hecho, ya deberías estar aplicando un protector solar cada día de tu vida (sobre todo si vas a salir a la calle). Pero todavía es más importante hacerlo durante el embarazo debido a los problemas de hiperpigmentación que podemos sufrir en la piel del rostro, también conocidos como melasma. Vamos, que si no protegemos la piel de la cara a diario los rayos solares se encargarán de agravarla. Utiliza uno que sea de alta protección, mínimo SPF50 y con eficacia frente a rayos UVA y UVB.
Hay personas a quienes les preocupa el uso de los filtros solares químicos debido a que en un estudio reciente se demostró que pasaban al riego sanguíneo, pero no se ha demostrado que sean perjudiciales para mujeres embarazadas. De todas formas, la alternativa segura y apta para pieles sensibles (ehem, la tuya ahora mismo) y que se queda encima de la piel son los protectores solares minerales o físicos. El problema es que muchos de estos productos tienen un acabado un poco blanquecino, así que opta por uno en forma de protector solar con color y listos.
8. Si el acné se te va de las manos, consulta con tu dermatólogo
Amiga, no es el momento de hacer experimentos. Lo mejor que puedes hacer en este caso es acudir a tu dermatólogo de confianza, él te recetará el tratamiento adecuado para combatir esos granitos y puntos negros tan molestos que pueden aparecer en ciertos momentos del embarazo.
9. Nutre en profundidad la piel de tu cuerpo
Tanto preocuparnos por la piel de el rostro, que a veces parece que nos olvidamos de la del resto del cuerpo. Cuando estamos embarazadas, el cuerpo cambia. Eso significa que la piel se estira rápidamente, lo que puede provocar que la estructura de la piel se «rompa» en los puntos de máxima tensión.
Para cuidar la piel corporal durante el embarazo y evitar la aparición de estrías, tira de cremas hidratantes ricas en ácido hialurónico, centella asiática y ceramidas. Es el momento de usar cremas bien ricas y densas, si te gusta su efecto. Aplícala a diario después de la ducha e insiste en la zona de la barriga, el pecho, nalgas y muslos.
10. Sí, puedes usar autobronceador mientras estás embarazada (pero no lo inhales)
No se ha reportado ningún problema con los autobronceadores, así que puedes seguir luciendo un glow increíble mientras estás embarazada. Este tipo de productos contienen dihidroxiacetona o DHA, que cuando entra en contacto con la capa más externa de la piel produce una reacción química de oxidación que ‘tiñe’ las células muertas, que de todos modos van a desprenderse por sí mismas al cabo de dos o tres días.
Si usas un autobronceador en spray o en formato bruma, simplemente no lo inhales.
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