Cómo lavarse la cara de forma correcta en 10 pasos

28 Sep, 2022

como lavarse la cara

Una higiene correcta de rostro es la base de cualquier rutina de belleza. No importan los sérums, esencias o cremas hidratantes que aplicas encima si no partes de una piel libre de residuos y perfectamente limpia. 

La realidad es que debes lavar tu cara dos veces al día con un limpiador facial, mañana y noche, utilizando los productos y la técnica correcta. La limpieza nocturna es la más importante, ya que se realiza para eliminar cualquier tipo de resto de maquillaje o crema solar que hayamos podido acumular durante el día y proporcionando una base apta para aplicar el resto de productos de tu rutina.

Por lo tanto, vamos a explicarte cuáles son los pasos a seguir para lavarte el rostro de forma correcta, de igual forma que lo haría un dermatólogo.

¿Cómo lavarse la cara de forma correcta?

Para lavarse el rostro de forma adecuada es necesario seguir los siguientes pasos.

1. Lávate las manos antes de empezar

Una higiene de manos correcta es básica para comenzar a limpiarse el rostro. De este modo evitas trasladar la suciedad y bacterias que acumulan tus manos sobre el rostro. No es suficiente con usar gel hidroalcohólico: debes lavarlas usando agua y jabón suave.

2. Retira tu maquillaje o protector solar

Si hablamos de la limpieza que realizamos al final del día, es probable que hayamos aplicado algo de maquillaje o protector solar sobre el rostro durante nuestra rutina de mañana.

Por esta razón es necesario utilizar un agua micelar o aceite desmaquillante para retirar por completo cualquier residuo que pueda quedar encima del rostro antes de pasar a la limpieza final. Este método se llama doble limpieza y tiene su origen en las rutinas de limpieza coreanas.

Si no realizas este paso, puedes obstruir tus poros. Si tu piel tiene tendencia acneica podrías provocar la aparición de puntos negros y otras formas de acné.

3. Utiliza un limpiador facial apto para tu tipo de piel

Evita usar productos como el jabón sólido (a menos que esté específicamente formulado como limpiador facial) y cualquier otro producto que altere el pH natural de la piel.

A la hora de elegir un limpiador facial adecuado, hazlo pensando en tu tipo de piel. Si tu piel es grasa la mejor opción es un gel de los que hace espuma, tan solo asegúrate de que no reseca tu piel. Si tienes la piel seca busca un limpiador facial cremoso o en formato leche, ya que son capaces de retirar los residuos de la piel respetando al máximo la barrera cutánea.

Aún así, puedes decantarte por el formato de producto que más te guste, tengas la piel grasa o seca. En la actualidad las fórmulas de estos productos se han mejorado muchísimo y están pensados para respetar la integridad de la barrera natural de la piel.

5. Lava tu rostro con la técnica adecuada

Si estás usando un gel limpiador suave, humedece el rostro con agua. Vierte un poco de producto sobre la palma de tu mano y masajéalo sobre tu rostro con los dedos durante unos 60 segundos. El movimiento que quieres realizar es circular, de esta manera desintegramos mejor la suciedad a la vez que hacemos un masaje que estimula la circulación y el drenaje linfático.

En el caso de que utilices un agua micelar o una leche limpiadora, el proceso es ligeramente distinto. Échale un vistazo a las instrucciones del producto y síguelas para conseguir el mejor resultado.

6. Sécalo con una toalla a toquecitos

Secar el rostro con una toalla suave de algodón es muy importante. Hazlo siempre a toques, sin arrastrarla ni ejercer demasiada presión.

Este gesto es imprescindible porque si por lo contrario dejamos que se seque al aire, podríamos provocar deshidratación y sequedad en la piel.

7. Aplica tu crema hidratante (o empieza con tu rutina)

Para completar tu limpieza facial asegurando una buena salud de la barrera natural de la piel es necesario aplicar una crema hidratante encima. El momento de hacerlo es justo antes de que comiences a sentir sensación de tirantez, cuando todavía está ligeramente húmeda. 

Si sientes que la sensación de sequedad es excesiva e incluso comienzas a notar parches secos o descamación, estudia el cambiar tu limpiador facial en gel por uno más suave en formato crema.

Si tienes la piel muy seca puedes probar a aplicar tu crema hidratante con la piel un poco mojada. De este modo proporcionas todavía más humedad a la piel, que queda atrapada bajo los ingredientes oclusivos que contiene tu crema hidratante.

Relacionado: Cómo hidratar la piel de forma correcta

8. No es necesario que apliques un tónico

La sabiduría popular y los viejos mandamientos del cuidado de la piel siguen afirmando que es necesario aplicar un tónico después del lavado facial para equilibrar el pH de la piel.

Esta afirmación no tiene sentido en la actualidad y ha quedado completamente obsoleta. Tiene su origen en el pasado, cuando se utilizaban jabones súper agresivos con la barrera de la piel que alteraban el pH y había que devolverlo a su estado natural tras el lavado de rostro mediante la aplicación de un tónico.

Por suerte, los limpiadores faciales actuales tienen fórmulas más avanzadas y diseñadas para lavar el rostro sin alterar apenas el estado de la barrera cutánea, o incluso reforzarla (échale un vistazo a los limpiadores en crema, por ejemplo).

Por lo tanto, el uso de un tónico como obligación tras limpiar tu cara no es en ningún caso necesario.

9. No te pases

Lo más indicado es lavar tu rostro dos veces al día, una por la mañana y otra por la noche. Si practicas deporte y has sudado, es importante que te duches y retires cualquier resto de sudor.

Si tienes la piel sensible, podrías considerar el reducir al máximo los lavados de rostro para evitar irritar tu piel en exceso. En su lugar puedes usar un agua micelar.

10. Ten en cuenta tus necesidades personales

Cada piel es un mundo, y lo que te funcione bien a ti no tiene por qué funcionarle bien a tu vecino, incluso si compartís tipos similares de piel.

Por ejemplo, si usas mucho maquillaje a diario no hay opción a negociar una doble limpieza profunda por la noche. En cambio, si no usas ningún producto sobre la piel durante el día puedes lavarla únicamente usando un gel suave, o incluso sólo con agua.

Si tienes la piel grasa es posible que sea suficiente con lavarla una vez al día para tu, o quizás descubras que controlas mejor el sebo de tu piel cuando lo haces dos veces. Si tu piel es seca es probable que prefieras introducir limpiadores cremosos, con ingredientes calmantes, y limites mucho los lavados de rostro.

Experimenta y averigua qué funciona mejor sobre tu piel. Recuerda que la tirantez o un exceso de grasa son señales de que algo no va bien.

LEER: Qué es y cuáles son los beneficios del agua micelar

Conclusión

Un lavado de cara correcto es una de las bases de cualquier rutina del cuidado de la piel. Si nos equivocamos en este paso podemos causar muchos problemas, que van desde una sequedad excesiva hasta la obstrucción de los poros o infecciones indeseadas.

Síguenos en Instagram para estar a la última sobre todo nuestro contenido apto para beauty addicts. ¡Te veo allí!

Entérate de todo

RECIBE NUESTRA NEWSLETTER SEMANAL EN TU EMAIL

You have Successfully Subscribed!