La guía para cuidar el cabello teñido
El cabello teñido o con mechas es mucho más delicado que cualquier otro cabello que nunca se haya sometido a un procesamiento químico. Requiere de cuidados específicos para evitar que se reseque o quiebre, además de protección para el color que tanto te ha costado conseguir.
Vamos a explicarte qué caracteriza a un cabello procesado químicamente y cómo cuidarlo en 13 pasos. ¡Empecemos!
¿Qué es el cabello teñido?
El cabello teñido es cualquier cabello que haya sido sometido a un proceso químico para alterar su color. Esto incluye las mechas balayage, un ombré, reflejos, la tinción completa para cubrir canas o los tonos fantasía.
Para conseguir cambiar el color del cabello se altera su estructura química para conseguir que el pigmento se adhiera a la fibra o se oxide hasta conseguir aclarar el tono base.
Sus características
El cabello teñido o coloreado presenta unas características muy distintas a un pelo virgen:
- Es más poroso que un cabello sin procesar
- Se quiebra y rompe con mayor facilidad
- Es áspero al tacto
- Es muy sensible a agentes externos como contaminación, cloro o radiaciones solares
- El color se va desvaneciendo con el tiempo
1. Usa un champú especial para cabellos coloreados
Los champús para cabellos coloreados suelen tener fórmulas amables, sin sulfatos ni ingredientes demasiado secantes para el delicado cabello teñido. También pueden contener filtros fotoprotectores para evitar que las radiaciones solares penetren en la fibra capilar y alteren el color que hayas conseguido.
Para hacerte un champú apto para cabello teñido, busca champús sin sulfatos o que indiquen «apto para cabello coloreado» en la etiqueta.
2. Conoce los ingredientes que debes evitar
Hay algunos ingredientes a evitar por personas con el cabello coloreado.
Los primeros son los sulfatos, que son los tensioactivos responsables de separar el sebo y residuos de tu cuero cabelludo y fibra capilar, presentes en los champús. Si nos encontramos ante un champú con surfactantes fuertes, podríamos retirar el pigmento del cabello con cada lavado. Los encontrarás en la lista de ingredientes como sodium lauryl sulfate (SLS), sodium laureth sulphate (SLES) y el sodium coco sulphate (SCS). Aún así, hay algunos champús para cabello coloreado que contienen sulfatos y no retiran el pigmento del cabello.
Usar productos con alcohol desnaturalizado tampoco es buena idea, ya que pueden resecar muchísimo tu cabello y conseguir que se enrede o se rompa con mayor facilidad.
También debes evitar el cloro y la sal. Por esta razón es importante evitar al máximo el contacto con el agua del mar y las piscinas.
3. Usa productos específicos para tu tipo de color
Esto significa que deberás utilizar aquellos productos que estén indicados para sacar lo mejor del color que hayas elegido: rubio, pelirrojo, caoba, negro…
Por ejemplo, para mantener el rubio bonito durante más tiempo es buena idea hacerte con un champú azul o morado, que neutraliza los tonos naranjas que puedan surgir con el paso del tiempo.
4. Evita los rayos solares
Los rayos UV y UVA son tan perjudiciales para la piel como para el cabello. En el caso del cabello teñido o con mechas, si exponemos el cabello durante un tiempo prolongado a los rayos solares las moléculas de pigmento pueden degradarse y hacer que el color se estropee.
Lo mejor para evitar que esto ocurra es utilizar un sombrero en verano, e incluso hacernos con un protector solar para el cabello si no podemos evitar que el sol incida sobre nuestra cabeza.
5. Usa una mascarilla una vez a la semana
Las mascarillas de nutrición profunda son necesarias para mantener el cabello hidratado, manejable y nutrido. Úsalas una o dos veces a la semana sobre el cabello ligeramente húmedo y envuelto en un papel film o toalla caliente. Déjala actuar durante un mínimo de una hora.
Los mejores ingredientes para nutrir el cabello en profundidad son el aceite de argán, el aceite de coco, la manteca de karité o el ácido hialurónico. También puedes usar un tratamiento reparador de enlaces como Olaplex, que se encarga de reparar los enlaces disulfuro dañados durante el proceso de decoloración.
6. Nunca te olvides del acondicionador
El acondicionador tiene una textura menos densa que una mascarilla, y está pensado para tener un uso más frecuente en cada lavado. En el caso de un cabello teñido, necesitaremos usarlo después del champú para evitar nudos y enredos y prevenir de la pérdida de agua en la fibra capilar.
Si te olvidas de usarlo, tu melena va a notarlo muchísimo: el cabello decolorado es más poroso y tiene tendencia a tener la cutícula abierta.
7. Utiliza productos hidratantes sin aclarado
Igual de importante es usar cremas y otros productos de acabado sobre el cabello teñido. Como la cutícula está levantada y tiene más tendencia a resecarse, es necesario aplicar un producto sin aclarado tras el lavado con champú y la hidratación con el acondicionador.
Esto facilitará el peinado con secador o el secado al aire, ayudará a reducir el encrespamiento y lo mantendrá suave durante más tiempo.
8. Usa un aceite para el pelo
Utilizar aceites para el cabello de manera regular es un buen hábito para cabellos teñidos o con mechas, ya que suelen sufrir de fatiga hídrica [1] debido a su elevada porosidad.
Aplica aceite de coco o argán de primera prensada en frío sobre el cuero cabelludo de tu cabello para un tratamiento semanal estimulante. También puedes usarlos a diario para controlar el encrespamiento, o aplicarlos antes de ir a la playa para proteger tu cabello de la sal marina.
9. Reduce el uso de tus herramientas de calor
El uso del secador o la plancha es perjudicial para cualquier tipo de pelo. Pero los cabellos teñidos sufren especialmente, ya que la fibra ya se encuentra debilitada debido al procesamiento químico.
Espacia el uso de tus herramientas de calor para prevenir la rotura y degradación de tu cabello. Implementa el secado de cabello al aire si puedes, o usa tu secador de cabello en el modo más frío.
10. Corta las puntas de manera regular
Las puntas abiertas pueden ir ascendiendo y «comerse» el cabello sano y fuerte. Por eso es necesario cortar las puntas cada dos meses aproximadamente para mantener tu cabello en las mejores condiciones y evitar enredos en las puntas, que ya se encuentran debilitadas por el procesamiento químico.
11. Usa agua templada para enjuagarlo
El agua demasiado caliente puede resecar la delicada piel de tu cuero cabelludo, además de hacer tu cabello todavía más poroso.
Usa únicamente agua templada o fría para enjuagar tu cabello tras el uso de champú y acondicionador.
12. Espacia los lavados de cabello
Lavar tu cabello de forma menos frecuente puede contribuir a conservar mejor el color, además de disminuir la sequedad y la fatiga hídrica.
Si estás lavando tu cabello cada día, intenta hacerlo en días alternos. Valora el resultado y si se ajusta a tus necesidades.
13. Usa un protector térmico
Los protectores térmicos incorporan siliconas y otros ingredientes que se encargan de reducir la cantidad de calor que entra en contacto con tu fibra capilar. Es especialmente interesante adoptar el hábito de aplicar un producto que ofrezca protección contra el calor sobre tu cabello para evitar que tu cabello teñido sufra daños durante el proceso de styling.
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Fuentes
1. Gavazzoni D. (2015). Hair cosmetics: An overview.
ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4387693/
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