12 errores de maquillaje y cómo evitarlos
Es parte de la vida. Equivocarse, rectificar y en ocasiones tropezar más de una vez con la misma piedra. De la misma forma funciona en el mundo del maquillaje: ya sea por hábitos aprendidos de nuestras madres o porque nadie nos enseñó en su momento, hay errores que podemos cometer durante muchos años hasta que nos damos cuenta de ellos.
No sin mencionar el daño que han hecho algunos creadores de contenido en redes sociales como Instagram y TikTok. Recuerda: cuando veas a alguien aplicarse un pump entero de base de maquillaje sobre cada mejilla en un vídeo, huye. Ese maquillaje puede ser súper entretenido de ver, pero no nos sirve en la vida real porque sólo tiene sentido tras una cámara.
Hay muchos errores de maquillaje que podemos cometer, pero estos son algunos de los más importantes y que es posible evitar.
1. Usar un corrector mucho más claro que tu tono de piel real
Que sí, que usar un corrector de ojeras ligeramente más claro que tu color natural de piel (que puede cambiar a lo largo del año, por cierto) está bien. Pero insisto, ligeramente no significa que deba existir un contraste súper evidente. El efecto de ver la zona del contorno de los ojos demasiado clara le quita dimensión a la piel del rostro, creando un efecto máscara que no favorece a nadie. El corrector debe ser idealmente del mismo tono que nuestra piel o, como máximo, uno por encima.
2. Usar demasiada cantidad de corrector
Olvídate de tomar el aplicador de corrector empapado de producto y aplicar un «brochazo» debajo de cada ojo, al más puro estilo TikToker beauty. ¿Que por qué ellas lo hacen entonces? Pues porque tienen dos potentes focos apuntando hacia su cara, y a través de la pantalla no se nota tanto. Pero si salieran a la calle, el exceso de maquillaje sería más que evidente.
En la vida real el resultado es antinatural, y un exceso de producto no evolucionará bien sobre tu piel con el paso de las horas. Con tres o cuatro puntitos debajo de cada ojo y un buen trabajo a la hora de difuminarlo es suficiente.
3. Usar una base de maquillaje inadecuada para tu tipo de piel
Sí, ahora mismo lo que se lleva es la piel súper jugosa y glowy, pero eso no significa que todas debamos (o podamos) sumarnos a la tendencia en cuanto a bases de maquillaje con efecto iluminado. Si tienes la piel envejecida, será tu mejor opción ya que le devuelve el brillo a la piel apagada. En pieles normales va según tu elección. Pero si tu piel es mixta o grasa, lo único que conseguirás que el maquillaje te brille demasiado al cabo de muy poco tiempo de aplicarlo.
Por lo tanto, hazte con una base de maquillaje mate. ¿Que te gusta el efecto glowy en la piel? No te preocupes, el aceite que segregue tu piel al cabo de unas horas equilibrará el aspecto de tu base de maquillaje, haciéndola más glowy de forma natural. Si quieres que te dure más, prepara bien la piel con una prebase y aplica polvos sueltos.
4. Rellenar demasiado las cejas (y no cuidar su forma)
Amiga, si no has sido bendecida con las tupidas cejas de Cara Delevigne o Lily Collins, no intentes crearlas por ti misma. Créeme, se nota. Si te gustaría aumentar su densidad de forma natural y duradera podrías acudir a un buen centro para hacerte el microblading.
Usa los lápices de cejas para dotar de un poco más de forma y rellenar los huecos que pueda haber entre los pelos. Y recuerda: difumina más la parte que roza el entrecejo, y define más a medida que llegas al final. Si haces lo contrario, el efecto es realmente extraño.
5. Usar una crema hidratante con aceite antes de maquillarte si tienes la piel grasa
El mayor error que pueden cometer las pieles grasas antes de maquillarse es empezar con un rostro lleno de aceite. El aceite deshace el maquillaje, y una piel grasa segrega mucho más que una seca con el paso de las horas, con lo cual la durabilidad de éste se ve muy reducida si no preparamos bien la piel.
Para evitarlo, limpia tu piel justo antes de maquillarte y aplica un primer apto para pieles grasas o en su defecto, una crema hidratante en gel.
6. No usar polvos sueltos para fijar el maquillaje
Para multiplicar la durabilidad de cualquier producto de maquillaje que se aplique sobre la piel, es imprescindible aplicar unos polvos sueltos para fijar. En resumen, el polvo fija las fórmulas líquidas, así que te beneficiará si tienes la piel grasa y puedes probar si funciona sobre tu piel seca.
7. Usar unos polvos bronceadores demasiado anaranjados (o grisáceos)
¿Alguna vez te has puesto unos polvos bronceadores que parecían súper naranjas sobre tu piel? ¿U otros que te dan un aspecto grisáceo? Entonces es que has elegido mal el tono de bronceador para ti. Para dar con el tono adecuado, debes conocer el subtono de tu piel, que puede ser cálido, frío o neutro. Tiene que quedar harmónico en conjunto con el tono de tu piel.
8. Equivocarte con el tono de tu colorete o blush
Lo mismo ocurre con tu colorete (bueno, ocurre con todos los productos para piel): si no das con uno acorde con el tono de tu piel, podrías parecer una muñeca poseída cuando no es Halloween. Busca un color que se parezca al tuyo cuando te ruborizas de forma natural.
9. Utilizar la misma brocha para todo
Es muy tentador, ¿verdad? Una misma brocha para aplicar todos tus productos en polvo economiza espacio en tu neceser. Pero la realidad es que si los maquilladores profesionales utilizan un tipo de brocha para cada producto o tipo de acabado deseado, es por algo. Y ese algo es la diferencia abismal en el resultado de un maquillaje cuando tienes nociones sobre dónde colocar cada producto y en qué forma según la forma del rostro. Y sólo puede conseguirse con las herramientas adecuadas.
10. Aplicar el eyeliner de forma que no favorece tu tipo de ojo
Si te haces el eyeliner desde el inicio de la línea de las pestañas hacia el final, que es como se lo hace la mayoría de las personas, puede que le siente bien a la forma de tu ojo, pero puede que no. Si tienes los ojos redondos o caídos, tu objetivo es alargarlos y elevarlos un poco, así que empieza desde la parte central del ojo y realiza un movimiento ascendente sutil al final que conecte con el final de tu ceja.
11. Elegir mal el lugar donde vayas a aplicar tu iluminador
La función del iluminador es enfatizar los puntos que deseamos que consigan volumen visualmente. Por ejemplo, la parte alta de los pómulos sí queremos enfatizarla en la mayoría de los casos. Pero por ejemplo, aplicarlo sobre todo el puente o la punta. de la nariz si lo que deseamos es disimularla, no es la mejor opción.
12. Usar demasiada cantidad de producto en general
Igual que ocurre con el corrector, pasa con absolutamente todos los productos que introduces en tu rutina de maquillaje. La necesidad de aplicar poco producto se acentúa si estamos haciendo un maquillaje de día, ya que la luz natural hace súper evidente la presencia de maquillaje en nuestra piel. Incluso una máscara de pestañas demasiado oscura puede tener un aspecto violento bajo la luz del día.
Lo mejor es utilizar la cantidad justa, ir aplicando y difuminando, y si notas que necesitas más cobertura o pigmentación, lo aplicas encima.
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