¿Podría el autobronceador ser malo para tu piel?

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Los autobronceadores son, a priori, el único rayo de esperanza para las que sabemos lo increíblemente dañino que es abusar del sol pero no queremos renunciar a ese efecto «buena cara» de una piel ligeramente bronceada.

Pero últimamente he leído algún que otro artículo donde se cuestiona la seguridad de este tipo de productos, e incluso se sugiere que podría acelerar el envejecimiento prematuro de la piel. Sí, justamente lo que queremos evitar a toda costa aquellas que nos portamos bien y usamos nuestro protector solar facial a diario, tanto si sale el sol como si está nublado.

Sería una lástima arrojar por la borda tanto tiempo y dinero invertido en nuestras rutinas de skincare. Así que vamos a tratar de aportar un poco más de luz a este asunto para averiguar si podemos seguir usar nuestro autobronceador facial con total tranquilidad o debemos destruirlo de forma implacable. 

A continuación, esta es la razón por la cual tu autobronceador podría ser perjudicial para tu piel (o no).

¿Cómo funciona un autobronceador?

El ingrediente clave de los autobronceadores es la dihidroxiacetona (DHA), que cuando se combina con los aminoácidos de la piel da lugar a una reacción que oscurece las células más superficiales, situadas en el estrato córneo. Este fenómeno también ocurre cuando tostamos el pan o cocinamos algo a la brasa, y se conoce como reacción de Maillard. Es lo que le da ese aspecto marroncito a aquello que hemos calentado a cierta temperatura, y hace que sea mil veces más apetitoso.

Así que amiga, lo que intuyes es cierto: cuando usamos un producto autobronceador estamos «tostando» nuestra propia piel de alguna manera. De hecho, el olor de galletas o pan quemado que notamos un par de días después de aplicar un autobronceador no suele levantar pasiones (cabe decir que muchos productos autobronceadores actuales son capaces de disimular este aroma de forma bastante exitosa), y se debe principalmente a nuestro querido DHA.

¿Es el DHA seguro?

El DHA aplicado de manera tópica e integrado en un producto cosmético regulado por alguna de las principales autoridades es seguro, según se ha demostrado en varios estudios a lo largo de los años. Algo que sí podemos cuestionarnos es la seguridad de inhalarlo o que entre en nuestro cuerpo a través de una herida, por ejemplo. Por esta razón es importante seguir las instrucciones de aplicación del producto, evitar su inhalación y asegurarnos de que lo estamos aplicando sobre piel sana.

¿Y qué hay de la alternativa natural que proponen algunas marcas, la eritrulosa? Pues más de lo mismo: aunque se trate de un ingrediente derivado de las frambuesas, funciona más o menos igual.

¿Por qué el autobronceador podría envejecer tu piel?

El autobronceador podría causar enjevecimiento prematuro en nuestra piel a causa de la reacción de Maillard. Este fenómeno contribuye a la producción de radicales libres, que ponen en marcha todos aquellos procesos que implican la degradación de las células de la piel.

Según este estudio sí hay una causa de preocupación con respecto al uso de autobronceadores junto con la exposición solar. En él se llega a la conclusión de que exponerse al sol con una piel tratada con autobronceador podría provocar un aumento en la producción de radicales libres de hasta un 180%. Por lo tanto, no es la mejor idea irse a tomar el sol con la piel untada en autobronceador.

Aún así, como todo este proceso tiene lugar en el estrato córneo, que recordemos que es la capa más externa de la piel, y en teoría no tendría por qué penetrar en la dermis ni la epidermis, que es donde se encuentran el colágeno y la elastina (y donde sí llegan los rayos UVA, por cierto). Como conclusión, podríamos decir que es necesaria más investigación sobre este tema ya que todavía no hay la evidencia científica suficiente como para confirmar que el uso de autobronceadores provoca envejecimiento de la piel.

Así puedes proteger tu piel del autobronceador

Para tratar de evitar un poco la creación de radicales libres tras la aplicación del autobronceador, hay dos cosas que en teoría podríamos hacer.

Una de ellas es aplicar un producto corporal o facial con vitamina C, un poderoso antioxidante que combate estas moléculas dañinas, unos minutos antes de usar el producto autobronceador.

La otra es evitar por completo la exposición solar durante la semana siguiente a la aplicación del autobronceador, que es lo que tardan las células «teñidas» en desprenderse de la piel por completo. Y por supuesto, aplicar con regularidad nuestro protector solar con SPF 50 mientras lo estemos usando.

Aún así, creo que debería de preocuparnos más el bronceado convencional que se consigue tomando el sol, el gesto menos inteligente que podríamos hacer si nos preocupa realmente la salud de nuestra piel.

¿Existen alternativas al autobronceador?

Los productos que podemos usar como alternativas al autobronceador son los polvos bronceadores en combinación con un poco de colorete en tonos melocotón o rojizo en el caso del rostro, para crear ese efecto de «besada por el sol». Para el cuerpo existen algunos geles o cremas bronceadoras con aclarado que aportan un poco de color pero se lavan en la ducha. 

Conclusión

De momento no contamos con la evidencia científica suficiente como para asegurar que la aplicación de productos autobronceadores provoca envejecimiento prematuro en la piel, y por lo tanto, podemos seguir utilizándolos. Sobre lo que sí contamos con una amplísima investigación es sobre los efectos nocivos de la exposición solar excesiva sobre la piel humana, así que resulta mucho más importante evitar el sol en sus horas más dañinas, aplicar nuestro protector solar a menudo y utilizar barreras físicas.

Pero como todo, quizás es mejor no abusar de estos productos, darles un uso más espaciado en el tiempo y aprender a convivir con nuestra «lechosidad» mientras tanto. 

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