Cómo aplicar la base de maquillaje de forma correcta

9 Dic, 2022

Aplicar una base de maquillaje correctamente no es tan fácil como parece. Terminar con una frontera visible entre la mandíbula y el cuello, pielecillas sueltas o un acabado demasiado opaco y sin vida son algunos males comunes que pueden suceder.

Pero no temas: hemos creado la guía paso a paso perfecta para que apliques tu base de maquillaje como una profesional. Aún así, lo primero es lo primero: elegir la base de maquillaje más apropiada para tu tipo de piel y necesidades es un punto clave en todo este proceso. ¡Empecemos!

¿Para qué sirve una base de maquillaje?

La base es un tipo de producto de maquillaje para la cara. Se usa en todo el rostro para crear una base uniforme para el resto del maquillaje. La función de este tipo de producto es ayudar a cubrir imperfecciones, corregir el tono de la piel, difuminar las imperfecciones y unificar la apariencia de la piel en general.

Base de maquillaje en sérum. Fuente: Superhonesta

Cómo aplicar una base de maquillaje paso a paso

Así es como debes aplicar tu base de maquillaje para un resultado óptimo:

Materiales

Para aplicar tu base de maquillaje puedes usar una brocha apta para base de maquillaje, una esponjita húmeda o tus propios dedos.

La primera proporciona una mayor cobertura, y suele ser la favorita de los maquilladores profesionales. Este tipo de brocha suele ser densa, plana o de forma ovalada. Piensa que a mayor densidad de la brocha, mayor será también la cobertura que proporcione.

La beauty blender o esponja es ideal para conseguir un acabado muy natural, ya que difumina introduciendo un poco de agua para restarle cobertura.

Los dedos (completamente limpios) funcionan bien para conseguir un resultado natural, gracias a que calientan el producto sobre la piel y se difumina con mayor facilidad.

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Brochas para aplicar base de maquillaje. Fuente: Superhonesta

1. Empieza con el rostro completamente limpio

El primer paso para conseguir un resultado impecable con la aplicación de la base de maquillaje es comenzar con una piel completamente limpia, libre de residuos y lista para su preparación.

Si tienes la piel realmente sucia o cargada de producto, usa un aceite limpiador o agua micelar para retirar una primera capa de residuos. Luego usa un gel limpiador facial para limpiar la piel en profundidad. Aclara con agua.

Para conseguir un resultado pulido, puedes incluso exfoliar la piel con la ayuda de un producto que contenga exfoliantes químicos. De este modo retiramos las pieles muertas, que pueden hacer que el resultado se vea opaco.

2. Aplica una crema hidratante o prebase

El siguiente paso consiste en preparar la piel, y es básico para conseguir que el resultado final parezca profesional. Debemos acondicionar la piel para evitar que la base de maquillaje se cuartee o aparezcan parches secos (sí, la mayoría de veces la culpa es nuestra por no tomarnos este paso lo suficientemente en serio).

Si tienes la piel seca, aplica una crema hidratante rica en emolientes, que nutra tu piel lo suficiente durante varias horas y aguante debajo de la base de maquillaje sin que se reseque. Si es grasa, usa una prebase matificante para que las secreciones sebáceas excesivas de tu piel no estén fuera de control.

Deja reposar el producto durante unos 5 minutos y pasemos al siguiente paso.

3. Aplica tu base de maquillaje

Con la ayuda de una brocha para base de maquillaje, comienza a difuminar una pequeña cantidad de producto en la zona central del rostro, realizando movimientos circulares. Insiste en aquellas áreas con tono desigual o imperfecciones, como alrededor de la boca, las manzanas de las mejillas, la nariz o la frente. Si usas una beauty blender o esponjita, humedécela un poco y aplica tu base mediante suaves toquecitos, evitando arrastrar el producto sobre la piel.

difumina la base con movimientos circulares

Difumina realizando toquecitos o haciendo movimientos circulares. Fuente: Superhonesta

4. Controla la cantidad de base que aplicas

Si lo ves necesario, puedes construir una segunda capa. Aún así, un truco para conseguir un resultado natural es aplicar la base únicamente en aquellas áreas que lo necesitan.

5. Asegúrate de que coincide con tu tono de piel

El tono de tu base de maquillaje tiene que coincidir de forma precisa con tu tono de piel. De lo contrario, si no aplicas mucha cantidad y cubres todo el rostro no conseguirás un resultado aceptable. Recuerda, lo que queremos es preservar al máximo la naturalidad de nuestra piel.

6. Aplica tu corrector

Usa un poco de corrector en las áreas con imperfecciones o con pigmentación que no hayas podido ocultar. La fórmula de este tipo de producto es un poquito más densa, con lo cual aguantará mejor sobre los puntos a cubrir. Usa tus dedos para aplicarlo suavemente, a toquecitos para no mover la base que ya has aplicado.

7. Aplica polvos sueltos encima

Si quieres que tu base de maquillaje dure mucho tiempo en su sitio, usa una brocha de polvos para aplicar un poco de polvos translúcidos en las áreas que más lo necesiten, como el contorno de los ojos, las aletas de la nariz o la frente. Este truco es especialmente útil para aquellas personas con la piel grasa, ya que el propio sebo de la piel va «deshaciendo» el maquillaje con el paso de las horas.

Preguntas frecuentes

¿Cuál es la mejor manera de aplicar una base de maquillaje?

No hay un método que sea mejor que otro para aplicar tu base de maquillaje. Los resultados que obtenemos mediante el uso de una esponja son ligeramente distintos a los que conseguimos si la aplicamos con una brocha: con la primera conseguimos un resultado más natural, y con la segunda obtenemos una mayor cobertura. Todo depende del contexto: si quieres ir a por un look rápido y la mayoría de tus productos son en crema, puedes usar tus dedos sin ningún problema.

¿Cuál es la diferencia entre base de maquillaje y corrector?

La base de maquillaje es un producto más fluido, con el objetivo de unificar el tono y la textura de la piel del rostro en general. El corrector, en cambio, es mucho más denso, y se utiliza para cubrir imperfecciones localizadas, iluminar ciertas áreas del rostro y por supuesto, cubrir zonas hiperpigmentadas como las ojeras.